La palabra es un viaje. Es un vuelo, a veces con turbulencias, y otras muy tranquilo. Un vuelo que puede estrellarse, como llegar sano a donde debe hacerlo. Puede también ser un vuelo sin destino, un vuelo eterno, un vuelo sin conclusión alguna; o uno muy corto, con dirección exacta e inalterable. La palabra puede ser dolor, puede ser penas, puede ser llanto; y también puede ser risas, chistes y hasta sexo. La palabra es lo que uno quiere que sea. La realidad simplemente es; y hay que entenderla y vivirla.
La utópica actividad de tratar de escribir la realidad es mi cable a tierra. Intento apalabrar mi verdad. Llevar a ese plano de ensueño lo que, por definición, es imposible. Es ese empeño lo que a mí me gusta y lo que quiero hacer toda la vida. Bueno quizás no, pero hoy, sí, y en el plano de la realidad, el presente es la única cosa; y en el otro, ese que describí en el primer párrafo, no sé bien, supongo que si escribo que así sea, así será.
Justo empecé a leer y arrancó un tema de Queen que no escuchaba hace mil, y se armó una atmósfera muy particular.
ResponderBorrarBueno, bueno, bueno. Muy bueno, me gustó
ResponderBorrarBueno, bueno, muy bueno, me gustó
ResponderBorrarGenial, explica los supuestos dle contructivismo social en cuanto a la realidad con palabras suaves y llevaderas. Una genialidad propiamente dicha
ResponderBorrarMuy Galeano
ResponderBorrar