porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

26.3.17

Floricienta

El otro día te estaba odiando como todos los días, cuando tuve una revelación: ¿Cómo vas a parar con ese juego asesino si no sólo yo te lo propongo constantemente, sino que soy el prototipo perfecto de jugadora? No porque gane siempre, de hecho nunca lo hice; pero sí porque hacemos un show fantástico. No sé si te das cuenta, pero te divertís un montón. Pero así como se dice "reirse de" alguien o "reirse con" alguien; vos te divertís "de" mí, no conmigo. Yo soy tu bufona lo que dure nuestro cruce, y a mí con eso me basta. Es eso o nada. Y "nada" ya traté. Traté todo, ja. 

Ahora que pienso, algo sí hacés: por ejemplo, un beso en el cachete un poco más intenso de lo habitual. No es ese que le das a cualquiera. Pero yo con eso, tiro como veinte capítulos. Me saludás así e instantáneamente pongo una cara muy novelera, y ni me ocupo en que no la veas (¡si lo hago para eso!). Entonces vos te reís y me hacés un comentario, y yo me pongo nerviosa y me voy un poco triunfante y un poco avergonzada de haberte confirmado que sos mi Thiago Bedoya Agüero sin beso. Reacciono como si estuviera en Floricienta, y yo ya no sé si es que lo hago para vos, o para mí, o se me escapa; pero sé que a vos te divierte. Aunque te quejes y aunque te parezca infantil. 

Dejame, maldito. Es lo único que tengo. Somos la única novela con mil temporadas y sin besos. La única en la que ella se le declara a él en el capítulo uno, y desde entonces lo vuelve a hacer en cada emisión, en todas como si fuera a funcionar; y también en todas con el mismo fracaso. Porque en cada nuevo capítulo ella sabe que todo depende solamente de ella, y si no lo intenta, no va a haber capítulo siguiente. Y peor que un fracaso amoroso es que termine la novela. 

16.3.17

Intensa

Me agota ser así de intensa. Y no hablo de la intensidad que se le atribuye a alguien para no decirle "pesado" (aunque probablemente también la tenga), sino de esa característica que me lleva a sentir mucho todo el tiempo. Es extraño: sentir me fascina y no me cansaría nunca; pero lo que se me torna angustiante es contenerme las acciones a partir de esas emociones que disparan como fuegos artificiales en los 90. Disimular ante mi vieja que estoy deprimida y muy triste; ante mi viejo que quiero largar todo a la mierda; ante el que me gusta que me encanta fuerte a pesar de que lo conozco hace dos semanas; ante mi jefe que me tiene los ovarios a punto de explotar. Vivir disimulando. Vivir fingiendo sentir "normal", poco, tranca. Vivir apaciguando los fuegos que me queman adentro.
Ese es el tema, no se deja de sentir, solo se exterioriza menos. Cada vez soy menos fiel a lo que realmente me pasa porque me parece que estoy re zarpada. Y si lo estoy, ¿qué? Te aseguro que me divierto mucho más que vos, computadorita mental que nada te penetra. 

Lo bueno de vivir alterada es que me voy a morir tranquila.