porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

14.7.14

Mundial

Anoche no me podía dormir. 
Mi cabeza iba del primer gol de Messi en el mundial al penal que no cobraron contra Alemania, después los quilombos en el Obelisco, después Masche diciéndole a Romero "hoy te convertís en Héroe" antes de los penales contra Holanda, después Messi con cara de vacío recibiendo el balón de oro, después los forros brasileros séptuple-camiseta, después la pelota pateada por Götze haciendo mover la red de nuestro arco.................................................................

Busco las palabras y no las encuentro. La ilusión es una inversión de sentimientos, puede salir bien o mal. Esta vez no ganamos, pero hay algunas cosas que no se va a llevar nadie... Di María haciendo el corazón con las manos después de meter un gol en el minuto 118 contra Suiza. Pipita festejando su tanto contra Bélgica señalándose a sí mismo cerrando bocas con una euforia indescriptible. El "hoy te convertís en héroe". Chiquito golpeándose el pecho, el corazón, con una sonrisa que no me voy a olvidar en la vida. Zabaleta estallado con la peluca azul a pesar de tener la boca hecha mierda. Messi cantando "A Messi lo vas a ver".................................................................

Sabella. Sabella que no sólo la rompió en lo futbolístico (critiquen lo que quieran pero el tipo nos llevó a la final después de 24 años), sino que terminó siendo más querible que Pikachu. Sabella se las manda. Sabella cayéndose para atrás, Sabella siendo mojado por Pocho, Sabella poniendo la cara por todos, Sabella con los ojos llorosos. Le quiero dar un abrazo, casi como a Masche o Lío.................................................................

Sin embargo, ahora, después del minuto 114 del partido de ayer, de la final del mundo contra Alemania, todo eso me representa un poco de tristeza. No porque no esté orgullosa, no porque no AME a esta Selección, no porque sienta que me defraudaron. Pienso que quizás es cuestión de tiempo, pero me angustia la comparación inconsciente que hago entre cómo me sentía en el momento en el que vi estas imágenes por primera vez, y cómo me siento ahora. "No puedo disfrutar de los recuerdos porque me parte el bocho que no puedan volver a pasar". Ahora lo asocio con lo que no fue. Con un amague. Con una ilusión truncada. Antes lo veía a Messi levantando la copa, a Masche llorando por la emoción de haber llevado el equipo a la gloria, a Lavezzi mandándoselas en el festejo.................................................................

Este escrito es inconcluso, porque así me siento yo. 
Gracias por hacernos sentir así de llenos.
Y perdón por no poder evitar estar triste.