porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

28.10.14

Gustar en silencio

Me quedo.
Disfruto de tu mano correctamente atrevida en mi cintura, de tu mirada de reojo (o más bien de la mía que sueña con que hay una tuya en paralelo), de la duda de si esta semana te veré o no (porque podría preguntarte pero elijo esa intriga). De callarme porque temo a tu desaprobación, de vestirme solo para que me veas aunque tal vez ni me mires o quizás ni te cruce. De suspirar en voz alta para transmitirte no-sé-qué, de esperar a que crucemos miradas y hablemos en silencio.
Disfruto de callar, de no decirte nada, de no inquirir, tampoco. Porque este mundito queda hermoso en mi cabeza y prefiero que viva ahí como nuestro antes de que muera allá afuera como solamente mío.