Uno sonríe, entonces el otro sonríe más, por ende el primero agranda su sonrisa, razón por la cual el segundo también lo hace, y un rato después una guerra inconsciente e inocente de mostrar los dientes se apoderó del momento.
Una foto color sepia, un ramo de rosas rojas, una carta escrita en cursiva con tinta roja y con las "o" escritas como un corazón. Una luna gigante, miles de estrellas; una noche tan corta como larga. Una canción cantada al oído, un mimo sobre la piel que un segundo después va a estar erizada. Una pelea con gritos en forma de corazón, que dicen odio pero piden besos. Un segundo eternizado en años, un beso lento; largo; silencioso. Recuerdos blanco y negro, recuerdos rojos, recuerdos rosas.
Pero Plutón está más cerca mío.