porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

25.12.11

Chau y ola.

Chau despertador, chau a poner "posponer 5 minutos" la cantidad de veces necesarias como para que terminar llegando exactamente diez minutos tarde. Chau ahogo, chau ruidos, chau encierro, chau asfixie, chau.

No, no me voy al medio del campo, no me voy a rodear de pajaritos y a regar plantas y flores y una escena re linda de película que también a mí me gusta imaginar. Me voy a un lugar mágico.

De día la paz, el agua salada acariciando la piel, y los ojos con su hermosura física, y los oídos con ese sonido imposible de reproducir. Las huellas en la arena, el sonido del viento, el sentir del viento, el viento sobre la piel mojada. Risas (muchas, muchas risas), los "qué pasó anoche", charlas, holas, chaus, más risas otra vez. El voley (risas nuevamente), el sonido del silencio, y después del no-silencio, y el encontrar silencio dentro del no-silencio.

De noche, fiesta. 

Y así me encargo de no saber describir a ese lugar que me dio tantas cosas -y me va a dar los próximos días-, pero simplemente queriendo dejar un registro de que CHAU a todo lo anterior y HOLA OLAS.

17.12.11

Aprendí que mentirse tiene patas muy cortas y que siempre la costumbre va a matar al placer

Mis labios supieron sentir otros y encenderse y encenderme y hacerme sentir cosas que nunca había sentido. Mis labios me apagaron, o quizás mi cabeza, siempre mi cabeza que me apaga cuando más lúcida debería estar. Me negué a ese final, me opuse a esa oscuridad a tantos lindos sentimientos; sin embargo el apagón ganó, la noche nos avanzó; y no hablo de esa noche que nos hizo querernos en silencio; si no de la noche de oscuridad, de vacío, de adioses, de finales, de eternidad ya no tan eterna.

Acá me encuentro, tratando de saber si lo que pasó fue lo que tenía que darse, de si hice lo correcto, de si tengo que callar mis sentimientos a partir de hoy y abandonar la transparencia sentimiento-acción o seguir guiándome por lo que me pasa más allá de todo.

Nunca me olvidé de vos, de tu sentir, de tu querer; nunca te lo creí tampoco. No porque tus besos no hayan sido suficientes, si no porque mi poca fé en mi misma durante todo este tiempo de falta de vos me obligó a sentir que a nadie iba a pasarle nada como vos te encargaste de decirme que te pasaba conmigo.

Algún día capaz crezca, capaz crezcamos, capaz entendamos que con quererse no alcanza, quizás nos demos cuenta que no nos queríamos lo suficiente o que había algo más allá de nuestro amor, sí, amor, te amé, a mi forma, a mi manera, con mis miedos, con mis limitaciones, pero te amé-

Nunca voy dejar de sentirme agradecida por todo esto. No quiero que lo leas. No lo vas a leer. Si es el final, si de verdad lo sea, entonces quiero que sepas esto. Que no es nada. Porque no dije nada. Pero esa "nada" tan poco nada fue siempre lo que me pasó. Esa falta de asumir lo que realmente recorría mis venas es lo que me sigue pasando y quizás seguirá así.

Te quiero y siempre te voy a querer.