porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

24.2.09

En crudo

Qué bueno que te curaste, Mary. Sería interesante que quienes toman como ejemplo la anorexia de MK, también tomen su recuperación. Pero, claro, es una enfermedad (no entiendo por qué me cuesta tanto metérmelo en la cabeza). Sólo digo que lo primero para no caer en la bulimia o la anoréxia es tener bien claros los principios. Tratar de, aunque sea un uno porciento, ser ajeno a la realidad, a la sociedad cien porciento superficial que nos rodea, a los medios, a la publicidad; y volver a lo que nos enseñaron papá y mamá cuando éramos chiquitos: LO QUE IMPORTA ES LO DE ADENTRO. Lo otro es una capa, es lo que nos protege (si todo nos pegara en el alma, ahí sí que sería horrible). Esto sería para hacer razonar a una bulímica o una anorexica, pero hay que comprender que no están en estado de reflexionar con una impaciente e intolerante como yo. En todo caso con un buen profesional. Pero igual lo digo: nunca van a estar conformes. Van a seguir vomitando o haciendo estúpidos ayunos, para que cada vez se vean más sus horribles costillas. Y todavía sin aceptarse, sin quererse, siguiendo viendose gordas. O sea: la meta es morir. No sé si voluntaria o no (seguramente habrá casos y casos), pero no creo que sea de otra manera. Porque hasta que no se ven conformes con sigo mismas, no paran (salvo que se empiecen a tratar). Y como nunca van a estar conformes, nunca van a parar. ¿Y dónde hay un STOP automático? Sí, señores, en la muerte.

*Lease: soy impaciente, intolerante y me gusta la realidad CRUDA. Si no gusta y parece fuerte, perdón, pero así de asqueroso es el mundo en que vivimos.