porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

17.2.14

Volantes

Me subo al 124 en Neuquén y Caracas, como todos los días, y veo un asiento libre al fondo del lado de la puerta, el último que queda. Me acerco y me siento victoriosa, convencida de que el chico de al lado se da cuenta de lo contenta que me pone haberlo conseguido. Tiene la funda rajada y el borde deshilachado del cuero me raspa los muslos. Como siempre, antes de ponerme los auriculares o sacar El amor en los tiempos de cólera o husmear mi celular, miro. Una chica adelante de mí a la que sólo le veo los rulos llena espacios en blanco en unas fotocopias que están en inglés. Pienso hace cuánto que no hago un "fill in the blanks". Debería anotarme en un curso. El chico a mi izquierda mira su celular en su mano derecha, no presiona ninguna tecla, solamente observa. Lo noto nervioso. En su mano izquierda tiene un papel hecho un bollo, al que cada vez aprieta más. Guarda el aparato en la mochila y despliega el papel. Llego a leer "Empanadas y Pizzas El Camarón - Delivery sin cargo - Segurola 634" y unos cuántos números de teléfono. Ahora que tiene las dos manos libres, se encarga de romperlo en pedacitos. Sus nervios parecen aumentar cada vez más, aunque estoy segura de que inconscientemente lo hace en el afán de disminuirlos. ¿Se habrá imaginado aquel que le dio el volante en mano, cómo iba a terminar? ¿Y el dueño de la pizzería? ¿Qué tanto sirven los volantes, además de para darle algo para hacer con las manos a un ansioso? Nunca no tiré uno a la basura. Jamás me sirvió la información que leí en uno de esos papeles. Miro por la ventanilla porque creo que al joven lo intimido y ya tiene bastante con su inquietud. Sigo por Neuquén, todavía en Flores. Cada, como máximo, tres casas, hay un volante en el piso. Y un tacho de basura a pocos pasos. La chica de rulos sigue completando sus fotocopias, que ahora descubro que son en francés, porque hay palabras que desconozco y parecen pertenecerle a ese idioma. El pibe nervioso se baja y yo decido ponerme los auriculares. "Me gusta estar al lado del camino, fumando el humo mientras todo pasa", canta Fito Páez en mis oídos. Cierro los ojos un rato. Pasa un tema, dos, tres, cuatro, cinco, seis. Cuando despliego mis párpados el colectivo ya está por Corrientes, justo pasando por el Abasto. Hay mucha gente, todos caminan apurados, con maletines, mochilas, bolsos. Vuelven. Hay muchos papeles en la vereda. Ahora la distancia es menor: a cada paso de humano se pueden ver mínimo dos o tres volantes tirados. Rojos gastados, verdes oscurecidos, amarillos apagados. Viejos. Pisoteados, sucios, arrugados, olvidados. No entiendo para quién es negocio.

Me bajo del colectivo y apenas hago pocos pasos veo, en la esquina a la que me dirijo, un muchacho repartiendo panfletos. Una cincuentona rubia, de tacos altos, un vestido negro y bastante maquillaje, ni siquiera lo mira cuando él extiende la mano para entregarle uno. Un joven de unos veinte años con una remera de Los Piojos hace lo mismo. Sigo yo, pero ni siquiera atina a ofrecerme. A pesar de eso, extiendo la mano. Levanta la mirada. Frunce el ceño evidenciando que no entiende mi acción y me da un volante. "Gracias", le digo, mostrando los dientes. Es que desde que trabajé de eso trato de comportarme diferente a la mayoría, aunque antes de volantear nunca hubiera hecho como si no escuchara. Me quedo sentada en un umbral en frente del chico. En cinco minutos, diez personas aceptan el panfleto, cuatro le dicen "no, gracias", y doce lo ignoran completamente. De esos diez, ¿alguno usará el servicio en cuestión? Pienso que yo tomé el volante pero ni siquiera lo miré. Siempre hago así. No lo niego, ni lo tiro, ni lo leo. Lo pongo en el bolsillo, no sé con qué objetivo, para en un tiempo encontrarlo roto, convertido en uno de los tantos responsables de los "soy una mugre". Lo despliego, porque antes de guardarlo lo abollé (aunque no tengo conciencia de eso). "DentalUP - Consultorios odontológicos - Consulta sin cargo". Cruzo corrientes y empiezo a caminar por Junín, Hay un negocio al estilo Once cada un par de lotes, algunos ya están cerrados. En una persiana baja veo pegados, uno al lado del otro, seis papelitos chiquitos de color fucsia con la foto de una mujer desnuda que dicen "Sharon" y un número de celular. Recuerdo cuando una vez, en ese mismo lugar, una amiga arrancó unos de ese estilo y me dijo que ella lo hacía porque podían estar relacionados con la trata de blancas. Yo le pregunté qué sabía ella sobre si la chica estaba de acuerdo o no, que quizás estaba impidiendo que alguien trabajara. Me agarré de ese argumento porque ella en su discurso defiende la prostitución como un trabajo de algunas mujeres que no debe ser discriminado ni prohibido. No me acuerdo qué me contestó.

Llego a mi casa y en el desorden de mi escritorio veo una pila de volantes. El de arriba de todo dice "Inglés - 2 x 1 - Profesora particular - Clases individuales". Justo que hoy recordé que lo tengo pendiente... Sin embargo, no tengo con quien ir. Me falta uno. Que a una persona le sea útil el volante que recibe debe ser tan complejo como encontrar al amor de la vida, a la media naranja. Todo tiene que cuadrar: la zona, la necesidad, el precio, ¡que lo agarre y lo lea!. Parece más fácil un amor correspondido.

9 comentarios:

  1. Anónimo18:49

    Es increible como con cosas de la vida cotidiana, tan comunes como un volante, podes llegar a escribir algo como esto!! Sos muy buena escribiendo y espero que sigas porque leo todas tus publicaciones!
    Exitos en tu vida y que seas muy felizzzz

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  2. Anónimo18:50

    Es increible como con cosas de la vida cotidiana, tan comunes como un volante, podes llegar a escribir algo como esto!! Sos muy buena escribiendo y espero que sigas porque leo todas tus publicaciones!
    Exitos en tu vida y que seas muy felizzzz

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  3. Muy bueno Nati, me gusta tu forma de redacción y el poder narrativo frente a un hecho tan común para muchos. Lo destelles quizás pasados por alto pero que al final de cuentas hacen a una historia, corta o larga, la adornan para transportarnos a ese lugar, a ese momento. Muy bueno.

    PD: Yo también los agarro a los volantes y me los meto en el bolsillo, llego a casa y los tiros, pocas veces los leo, algunos dicen adivinar tu futuro, se ve que muy bien no les fue adivinando esto.

    Saludos

    Manu
    @manu_palacios

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  4. Anónimo20:29

    Es algo que siempre me irritó. La actitud indiferente, la mala onda , por no decir cara de orto, y la mala educación que tienen en buenos aires cuando ningunean a quienes reparten folletos. Entiendo que es rutinario, juntar todos los dias 10kg de volantes en el bolsillo debe ser medio hinchapelotas. Pero mas hincha pelotas es estar parado ahi tragandose esas caras de nada y comiendose el amague cada un minuto.

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  5. Anónimo00:08

    Muy lindo texto! fijate que el destino de algunos de esos volantes puede ser para limpiarse el ojete!! besito en las tetas

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  6. Anónimo11:56

    Te quiero felicitar por lo que escribis y como lo haces. Sea tu metodo de descarga, lo que amas hacer( o bien las dos cosas)segui haciendolo porque expresas todo de una manera que cualquiera puede sentirse identificado. Suert y exitos en tu vida! Recorda siempre que tu unico enemigo y obstaculo sos vos misma

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  7. Anónimo12:54

    No te conozco, Nati. Pero quería decirte algo. La larga enumeración de hechos que pueblan el texto de arriba no aportan nada. No va por ahí la cosa. Pensalo. Escribir no es llenar la pantalla de palabras y datos y canciones y nombres de calles...por mejores que sean esas palabras. Pero bueno. Por algo se empieza. Saludos y suerte. Gloria.

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  8. Anónimo13:52

    No importa de que escribas, siempre me da piel de gallina. Bravo.

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  9. Anónimo22:44

    Como la diste vuelta, idola. Te sigo en twitter y me parece que el mejor lado tuyo esta plasmado acá (es solo una opinión y no tiene porque afectarte) y que acá tendrías que enfocarte mas, porque a personas como yo (chica de 16, me corto un chabon, q me sacudió el alma, hace un mes y hasta recién no podía dejar de pensarlo y estar triste) nos es útil y mucho ya con decir que me cambiaste el animo. La verdad es que tenes un don bárbaro, aprovéchalo q podes ayudar a muchos. Este post esta remil bueno...felicitaciones!!! Y gracias
    Ailin
    (alta fantasma respondiendo esto si es de hace un año pero necesitaba decírtelo)

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Yo deslizo, tu deslizas, él desliza, ellos deslizan, nosotros deslizamos, vosotros deslizáis.