"Para eso estás VOS", me dijo, cuando con resignación y entre lágrimas esbocé una sonrisa vergonzosa que decía que quería alguien que me cuidara. Era una sonrisa que escondía tristeza y horas y horas de espera incondicional y conscientemente estúpida. Siempre supe que esperar no era la solución, ni siquiera la pregunta. Las dudas surgen cuando uno se inquieta. Y cuando uno se inquieta, se mueve. No existe esperar en movimiento.
Le di la razón. No esa que se le da a los tontos ni a los que tomás de tontos. Esa concesión de verdad sincera. Pero no me callé, porque mi alma gritaba, aún sabiendo y sintiendo que la banca tenía razón. "No quiero que me cuiden, quiero que me quieran cuidar", refuté. Se calló. Silenció su boca por largos segundos, y juro que fue real. Me escuchó. Me creyó. Me entendió. Y respondió. Alguna cosa vueltera que hoy no recuerdo, pero tampoco tengo interés en recordar. Porque al palabrerío se lo lleva el viento, y sino, mi memoria se encarga de filtrarlo.
No necesito de nadie para seguir audazmente inhalando resentimientos y exhalando sonrisas. Eso: me gusta pensarme como un tamiz de malas vibras. Entra mierda, salen flores naranjas.
Primavera todo el año.
Comencé a seguirte en twitter y ya siento una necesidad de leerte.. Me va la frase final. Naranjas por algún motivo en especial o colores varios?
ResponderBorrarA mi también me gustó la frase de las flores naranjas. Un poco de color infiltrado entre las palabras viene bien. :)
ResponderBorrarParece ser que el alma también es naranja. Es un misterio
ResponderBorrarRecuerdo haber escuchado eso hace un tiempo... Será?
BorrarMe encantó! Hace mucho que no leía algo así
ResponderBorrarSaludos desde Suecia
San
Nati te leo hace bastante y mas alla de que me gustaba lo que escribias, te vi en el programa y dije: wow, al fin la veo! fue genial verte la cara y escucharte la voz.
ResponderBorrarte sigo leyendo, besoos
Muy bueno y oportuno, para mi, lo del final.
ResponderBorrarTodos necesitamos alguien que nos cuide (a veces).
ResponderBorrar