porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

28.2.12

Caricias tatuadas

Nunca me acariciaron tanto. Los besos fueron caricias, las miradas, las palabras, y más besos y más miradas. Como si cada célula de mi cuerpo quisiera levantarse e irse con esas manos que con seguridad me hacen sentir contenida, entendida. Sí, bien sé que no me entienden, yo tampoco me entiendo, pero por un instante nos estamos entendiendo, no en lenguaje de palabras, si no con las manos, la boca, los ojos.

Esas huellas me quedan en la piel como un tatuaje, sin tinta, sin dolor, pero no se van. Esta vez no hacen falta agujas para que nunca más se me vaya algo del cuerpo. Queda. Cada vez que lo pienso, que lo vuelvo a sentir, que nos miramos y nos tocamos con los ojos.

Este texto no es más que un vano intento de traducir ese lenguaje. Nunca voy a poder. En realidad sólo son caricias. Las caricias más lindas del mundo.

5 comentarios:

Yo deslizo, tu deslizas, él desliza, ellos deslizan, nosotros deslizamos, vosotros deslizáis.