Así como la marea sube; baja. Las tormentas parecen eternas, pero terminan. El huracán arrasa con todo, hasta que ya no más. Pero las lágrimas siguen cayendo.
Al principio son de furia, de enojo, de rencor y de odio. Las del después son de pena, de desilusión, de recuerdo, y de amor. De amor porque si no uno no se afligiría tanto. Para odiar hay que querer. No hay tormenta si antes no hubo calma, no hay lluvia si no existió el sol, no sube la marea si la marea no estuvo alguna vez. Supongo que los gritos, los llantos y los enojos están significando dos cosas: que ni por asomo el otro tiene razón en lo que dice, y que nos amamos tanto que ya no sabemos dónde guardarlo.
=S
ResponderBorrarComplicado, Nati.
Igual, no concuerdo en que para odiar hay que amar primero. No me parece que sea así.
Que andes bien
(No te pierdas la entrada Aniversario en mi blog)
Triste...triste...
ResponderBorrarpasar tormentas es algo hermoso, igualmente.
Un beso,
Facu.
No puedo estar más de acuerdo con lo que has escrito... es todo tan cierto... :S y triste a la vez pero, la vida no es de color de rosa...
ResponderBorrarÁnimooo!!! :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarMe pareció tierno, y muy triste como experiencia personal. Pero es tan razonable.
ResponderBorrarDificil situación, no se que decirte, creo que toda situacion dificil nos hace mas fuertes...
ResponderBorrarcuidate, espero estes mejor
un beso
entiendo todo, pero no creo qe para odiar haya haya qe qerer... besos
ResponderBorrarPero también "después de la tormenta siempre llega la calma", la vida son ciclos, el próximo será mejor :)
ResponderBorrarUn beso Nati!
que lindas palabras! muy bueno!!!!
ResponderBorrarDespués de la tormenta viene la calma, aunque se vea muy lejana, llegará (:* ! unn abrazo y te sigo :D espero te pases tambien (:*
ResponderBorrarprecioso texto!
ResponderBorrarSomos parte del ciclo de la vida. Saias palabras las suyas.
ResponderBorrarLo bueno de los sueños es que nos recuerdan que hay una vida real que vivir. Me encanto lo del tequilazooo!
ResponderBorrarPara poder odiar, claramente antes hay que haber amado algo. Sino pensá algún momento de tu vida en el que hayas odiado algo, y antes no amabas nada de nada. Uno odia las cosas del mundo que son antagónicas a las cosas que uno ama. El que ama la paz, odia la guerra. El que ama la tolerancia, odia la intolerancia. El que ama la libertad, odia la dictadura...y asi se puede seguir.
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