Ahora es cuando mis borradores se triplican, se aplastan, se amontonan. Cualquier hoja cercana a mí, un rato después está escrita y tachoneada una y mil veces. Garabatos indescifrables que un rato antes supieron ser intentos de balances. Balances de esos de los que la gente siempre hace a ésta altura. Que a veces los escribe, otras simplemente los piensa, y algunos capaz que los comentan en una conversación de esas profundas, con amigos, a las 4 de la mañana, fumándose un cigarrillo en el jardín de su casa, cortando pedazos de pasto, mirando el pedacito de luna que se asoma entre la oscuridad de la noche.
Sencillamente tengo que decir que me resulta imposible. Puedo elegir qué postura tomar. Las mismas cosas podría decirtelas como buenas o como malas, como más o como menos. Simplemente contadas desde perspectivas diferentes, con otros ojos, visto un día soleado o uno con temperatura bajo cero. Por eso es que no puedo con los balances. Soy ambigua. Pretendo ser optimista, y hay momentos en los que soy la más del mundo. Pero a veces me doy cuenta que me estoy mintiendo. Y caigo en el pesimismo y todo es lo peor. Lo que da como resultado todo un año de mismos hechos visto de dos formas totalmente diferentes. Indescifrable. Capaz a vos que lees ésto un día te cruce en un bar por Plaza Serrano a las 5 de la mañana, después de que tuve una muy mala noche en la que me sentí asquerosamente usada, charlamos de la vida, y lloramos juntos. Llorás porque te va a dar lástima mi relato y mis penosos sentimientos. También puede pasar que nos crucemos por Plaza Irlanda porque tenemos un amigo en común y yo acabe de venir de una juntada con mis amigos regia, que tenga planes gloriosos para esa noche y que esté yendo a la casa de mis primas que tanto extrañaba. Me vas a envidiar, me vas a querer arrancar la vida de un sopetón.
Ah, eso sí. Jamás un punto medio. Que ni se me ocurra. O blanco o negro, o todo o nada, o bien o mal, o te amo o te odio, o vení o andate. No me vengas con grises, un poco, más o menos, te quiero, o ahí voy. Para cosas aburridas vayan a leer a alguien equilibrado.
Eso de los balances!
ResponderBorrarComo le dije a una blogger anoche!
Tenes que ver que te deja el año que se va, y no todo lo que paso!
Espero que tu año haya sido equilibrado por lo menos!
Bezitozz Nati
sigue escribiendo, tienes puntería.
ResponderBorrarQue cool esta tu blog hace tanto no pasaba por aca
ResponderBorrarde extremista a extremista, el 2010 fue un año de mierda, ni para hacer balance sirve -.-
ResponderBorrarbeijo :)
Equilibrio imposible, no hay gris, en mi mundo tampoco y es que ni fu ni fa jaja. Me gusto
ResponderBorrarun beso,
El dinamismo a la orden del dia!
ResponderBorrarUn beso vecina.
Facu.
En esta época es tan inevitable como cliché hacer el balance del año. Yo detesto hacerlo, porque siempre me doy cuenta que tuve un año mediocre, poco interesante y bastante choto xD.
ResponderBorrarJa, yo por suerte tuve un mal año nada mas. Nada de ambigüedades: feo.
ResponderBorrarSaludo
Yo trato de no hacer balance porque me deprimo y casi siempre soy optimista (no quiero cambiar eso), aunque lamentablemente termino haciéndolo y termino volviéndome pesimista y, para peor, depresiva. Soy un asco.
ResponderBorrarEn fin. Me gustaría este año no pensar en el que se fue, sino brindar por el que viene.
Me quedo con eso y nada más.
Un beso, Nati, y felices fiestas.
Estuve evitando hacer un balance del año durante todo diciembre. Pero cai en la cuenta de que lo necesitaba.
ResponderBorrarHace mucho que no pasaba por acá a comentar, pero estuve siguiendo los post. Espero que termines bien el año y empieces el 2011 genial. Un beso Nati!
A esta altura se nos a todos por los balances, yo tampoco puedo. Sera el año que me tomo por sorpresa y todavía no descubro lo que paso, deje pasar o me glorifico con momentos que valen. Es complicado mucha agua debajo del puente, y yo como vos, ambigua.
ResponderBorrarPor un año mejor Naty, y espero cruzarte, quien sabe alguna vez por plaza irlanda.
Un abrazo
Tanto tiempo sin pasarme Nati! :')
ResponderBorrarLa verdad es que pienso igual. O todo, o nada.
Es horrible pensar "todo o nada", pero es inevitable .
ResponderBorrarLa capacidad que tenés para escribir es envidiable, siempre me deja una linda sensación pasar por acá. Y los balances no son necesarios, yo los he hecho siempre y con el tiempo me di cuenta que me limitaban, porque me hacían poner un punto y aparte a partir de tal fecha, como si dos días antes de fin de año no pudiera cambiar toda mi existencia. Como si para volver a empezar tendría que esperar al 1ro de Enero. Y es todo una mentira, la vida es ahora y el balance es constante, se vive, se siente, no es necesario reflejarlo en un papel.
ResponderBorrarMe gusta eso de blanco o negro, lo gris aunque existe y en muchas ocasiones es necesario, siempre me da la sensación de que no te deja nada definitivo en la piel. Y necesitamos marcas de esas que no se quitan con nada :)
La belleza de los extremos, lo bonito que es sentir intenso.
ResponderBorrarUna entrada muy bonita :)
Todos pensamos o blanco o negro, pero siempre hay un gris. Siempre esta ese algo, o ese alguien que nos pone las cosas grises
ResponderBorrarMe mata el final. Lindo blog. Un abrazo.
ResponderBorrarSiempre tiene que haber un mínimo de equilibro, no existe ni el blanco ni el negro, sin falta uno no existe el otro.
ResponderBorrarSrta muy muy buen año para ud!
Que lo pase optimo optimo!
Me encantaa :D
ResponderBorrarSi fuese tan fácil... yo le quiero, pero él a mi... es en plan, un dia te hablo & al otro te ignoro -.-'
Dios xD
Un beso !
Me encanta cómo escribes.
ResponderBorrarNati:
ResponderBorrarMás allá que uno tiene cierta tendencia a uno u otro lado, con el tiempo vas a darte cuenta que del mismo modo que la línea es una infinita sucesión de puntos, la vida es una infinita sucesión de grises, aunque en ciertos momentos, tenemos que tomar partido y elegir entre el blanco y el negro. ¡Con lo que cuesta!
El Profesor
Hace cuanto que no andaba por aca, guste o no se necesitan los matices, si bien llega el momento de elegir entre blanco y negro en algunas ocasiones y cuesta mucho, los matices son los que mas hay en la vida, ojo, para mi.
ResponderBorraroh! quien pudiera tener borradores por doquier!
ResponderBorrarque hermoso!
precioso el texto, me gusto mucho!
besos
Vas a ver que esa postura extremista, a lo largo de la vida, es insostenible. Vas a llegar un momento de tu vida que vas a necesitar de los matices.
ResponderBorrarAbrazo grande.
Hace cuanto no firmaba por acá, pero nunca dejé de leer.
ResponderBorrarMe pasa con ciertas cosas esto del blanco-negro, malo-bueno.
Y sí, se complicó a la hora de mi balance, porque me di cuenta entre tanto blanco había algo de negro.. pero no queria un año gris! fue hermoso e inolvidable (a pesar de x cosas), por eso decidi que es mas blanco que negro, gris no, no sirve para el recuerdo.
Entonces lo definí como el blanco del blanco-negro, como el bueno del bueno-malo, como el lindo del lindo-feo, como el inolvidable del inolvidable-olvidable..(espero poder decir este año lo mismo)
Un besote Nati. Que sigas bien y que hayas empezado el año de lo mejor.
Me gusta mucho como escribis, genial el blog.
ResponderBorrarTe mando un beso y te sigo.
cualquiera
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