porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

14.11.13

Todas las putas van al cielo

La noche anterior había habido luna nueva: la noche anterior no había habido luna. Una mancha en el medio de la noche: nada para los ojos humanos. Como todas las noches sin luna, pocos ocuparon un rato y un espacio de su mente para percatarse de ello. Las ausencias de las cosas a las que no les prestamos atención son difíciles de percibir.

Sólo se acordaron de la luna los expertos, que no pueden evitar, al final de cada día, reconocer al satélite y caracterizar su estado; y algunas canciones sonando en auriculares dispersos, aunque casi nadie los relacionara realmente con esa forma blanca que faltaba en el cielo.

La noche siguiente hubo luna llena. Puede que esto te llame la atención, pero solo evidenciado por escrito: capaz que en la vorágine del día a día ni siquiera recordás la luna una vez por semana, aunque la veas, aunque este ahí; entregada, desnuda y dispuesta a dar su espectáculo sin cobrar. Ahora te estás preguntando qué tanta atención le prestás a la prostituta gorda, blanca y barata a la que nadie le hace el amor. No es momento, y probablemente no encuentres respuesta, y menos que menos una satisfactoria.

Entonces, decía, hubo luna llena. Los expertos se desesperaron; no podía suceder, no había lógica que lo explicara. Se llamaron entre ellos, consultaron a la NASA; toda la jerga relacionada a los astros se desesperó. Vos y yo no nos enteramos porque ellos no quisieron, y porque estábamos muy ocupados mirando otras prostitutas; flacas, caras y por televisión.

Nunca más volvió a suceder. Algunos expertos se suicidaron, otros se retiraron, un grupo decidió omitir lo sucedido porque todo lo que estudiaron hubiera perdido valor. El único “civil” que se percató de la extrañeza fue un chico, que de tan triste, durante muchas noches, lo único que hacía era tirarse en un banco de plaza a mirar el cielo, fumar un cigarro y hacerle el amor a la luna con los ojos.

Un día me lo contó, ya contento y recuperado. Yo te lo cuento a vos. Decíselo siempre al que caiga en la sinrazón de la razón y necesite dudar un poco de todo. Ah, y no te olvides de que también entienda que hay que tomar menos sol y más luna.

6 comentarios:

  1. ¿Debemos seguirlas o elegir otro camino...?

    Saludos

    J.

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  2. Anónimo02:02

    Pero eres, para mí, como la luna, http://www.youtube.com/watch?v=Fg6eMsIdq60

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  3. Anónimo21:45

    Excelente Nati. Muy bueno. Saludos!

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  4. Anónimo01:34

    Por twitter no te soporto, por acá me caes muy bien. No sé si te cambia algo pero me gusta lo que escribís acá. Saludos.

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  5. Anónimo12:40

    Me gusto tu blog ..pero no le encuentro relacion..entre la prostituta gorda blanca y barata..y la hermosa luna entregada, desnuda y sin cobro alguno por su espectaculo nocturno?

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Yo deslizo, tu deslizas, él desliza, ellos deslizan, nosotros deslizamos, vosotros deslizáis.