porque no está mal que terminen las historias mientras haya historias que contar

11.11.20

Primer plano

Anoche soñé con tu cara. No pasaba nada más, sólo te miraba muy de cerca, como cuando recién nos despertábamos y nos quedábamos conectados por los ojos y por el corazón. No sé qué gesto hacía yo, supongo que era uno medio espejo del tuyo, que me sonreía a boca cerrada muerto de amor. Jamás sentí tanta ternura en mi vida. Quizás no lo pueda explicar bien, pero me generabas tanta dulzura que a tu cara le decía "carita", por más que ya tuvieras entradas y dos laburos.

Me acuerdo de los picos mañaneros que eran picos y no besos porque todavía no nos habíamos lavado los dientes. Me acuerdo también de los besitos en los ojos mientras dormías, ahora lo cuento y no lo entiendo, ¿besos en los ojos? y ¿besos cuando el otro duerme, cosa que nunca se va a enterar del gesto? Bueno, ahí todo eso tenía sentido. 

También me acuerdo como ese "mirarnos muertos de amor" por un rato, cada vez empezó a suceder menos. Creo que al final solo era yo la que te miraba mientras dormías. Cuando estabas despierto y me prestabas atención, enseguida quería entretenerte, agasajarte, divertirte; que te valiera la pena ese ratito de verme para que te quedaras un ratito más o lo hicieras más seguido. 

Mil noches después, como si no te hubiera observado lo suficiente, me toca soñarte en ese primer plano que solo a vos te quedaba bien (al menos para mí). Como el mal aliento de la mañana, porque en realidad los picos te los daba más por no joderte a vos que porque me molestara a mí. Creo que hasta hoy no era consciente de lo poco que me pasa ahora que ando en miles y de lo mucho que puede pasar cuando solo mirás a alguien sonriendo en un despertar cualquiera, sin hacer absolutamente nada.

Y de que la eternidad puede durar un ratito. Nadie me va a discutir la infinitud de esas mañanas, tu mirada y tu sonrisa.


Anoche soñé con tu cara, y no pasaba nada más; pasaba todo.